Este error lo comete el 90% de gente todos los lunes. Y te voy a explicar cómo evitarlo.
Y no, no es levantarse para ir a trabajar. Pero está relacionado.
Es más jodido que eso.
El error es ser ingenuo. Sí, ingenuo como un niño de 5 años esperando que Papa Noel le traiga la Play.
Durante años pensé que si trabajaba duro y hacía bien mi trabajo, los ascensos llegarían solos. Que alguien se daría cuenta de mi esfuerzo y me recompensaría por pura bondad.
Ja. Ja. Ja.
La realidad es brutal: puedes ser el mejor de tu equipo, trabajar más horas que el bedel, y seguir ganando exactamente lo mismo dentro de dos años. Lo he visto pasar cientos de veces, y duele.
¿Sabes cuál es la diferencia entre la gente que sube como la espuma y la que se queda atascada para siempre?
Los que suben entienden algo bastante elemental y NO son ingenuos: no basta con hacer bien tu trabajo. Tienes que hacer que otros entiendan el valor de lo que haces. Y punto.
Te voy a contar lo que pasó con Ana.
Ana es desarrolladora en Valencia. Me escribió hace unos meses porque estaba hasta los coj****. Me lo dijo literal. Tres años en la misma empresa, era la que resolvía todo lo que nadie sabía, la que curraba fines de semana cuando había follones. Pero seguía en el mismo puesto de mierda. Subidas con inflacion y si eso.
Le pregunté algo simple: "¿Tu jefe sabe todo lo que resuelves?"
"Bueno, supongo que sí. Ve que entrego todo a tiempo."
Ahí estaba el problema, j*der.
Ana estaba siendo estratégica con su código, pero ingenua con su carrera. Su jefe no tenía ni idea del impacto real de su trabajo porque ella nunca se lo había explicado. Porque aparte de Ana, le reportaban otros siete!
Ana era relativamente invisible. Y lo invisible no se promociona.
Le dije que hiciera algo diferente. Nada del otro mundo, solo lógica:
Cada viernes o cada dos viernes como mucho, email de dos líneas a su jefe:
"Esta semana resolví XX, de lo que se quejaban el 15% de nuestros usuarios"
"Optimicé el proceso YY que nos va a ahorrar 5 horas semanales al equipo"
No era presumir. Era comunicar valor. Era dejar de ser invisible.
Dos meses y pico después, Ana ya tiene fecha para su promoción: septiembre. Con subida del 22%.
Dos. Meses.
Que obviamente no le faltaban otros tres años para ascender. Pero ha sido el empujón final.
Mira, no te voy a engañar. Ser bueno en tu trabajo es lo mínimo. Es como ducharse antes de salir de casa. Básico.
Pero he visto mediocres que prosperan mientras genios se quedan estancados. ¿La diferencia? Los mediocres saben venderse. Los genios creen que su trabajo habla por sí solo.
Spoiler: no lo hace.
Si quieres subir de nivel, necesitas que los demás entiendan por qué eres indispensable. Y eso no pasa por arte de magia ni por buena voluntad.
Pasa por estrategia. Y tiene su arte.
Las próximas semanas te voy a enseñar exactamente cómo comunicar tu valor sin sonar arrogante. Porque hay una línea muy fina entre visibilidad y prepotencia, y cruzarla te puede … fastidiar la carrera.
Mientras tanto, reflexiona: ¿tu jefe realmente entiende el impacto de lo que haces cada día?
Si la respuesta es "no estoy seguro", ya sabes por dónde empezar.
PD: Lo de Ana no fue solo gracias a un email. (Casi) todo el método que usó Ana está en mi guía 'Negocia como un Cabr*n'. Son 59€. Si te parece caro, probablemente no es para ti. Si sabes que una subida de 20% vale mucho más que eso, ya sabes qué hacer. Pincha aquí. No hago descuentos ni ofertas especiales, solo sube. Lo único que no cambia es que tienes dos meses de apoyo incluidos.