Hace casi catorce años tomé una decisión que transformó mi vida: empecé a invertir mi dinero con valentía.
Desde pequeño, la Bolsa me fascinaba. A los 7 años, recibí mis primeras acciones de Santander y Telefónica, un regalo de mi (santa) madre. Viendo a mis padres invertir, supe que ese también sería mi camino. Mi padre no opinaba lo mismo, pero ya por entonces yo era un jod**** rebelde… así que poco podía hacer el buen hombre. Yo tenía mis intenciones.
Yo quería seguir mi propio camino. Y tenía muy claro por qué “me metía en esto”. ¿Tú lo tienes? Igual estás aquí desde siempre. O igual has caído de rebote. Pero déjame que te cuente algo.
Con una abuela que tenía 4 casas, habiendo heredado solo una, y que logró esto siendo maestra y viuda desde los 50 años, lo primero que pensé fue en comprar vivienda y alquilarla. A estas alturas, yo ya lo llamo “el negocio familiar”. Y es así porque mi madre continuó esa saga añadiendo nuevos tipos de inversiones. Joder, me estoy dando que esto viene de cuna!
Pero, para mí, lo inmobiliario era demasiado pasivo (y mira que yo soy pasivo, dame un par de cubatas y buen partido de fútbol)
Otros familiares exploraban formas diferentes de negocio: negocios privados varios, plantaciones de pistacho, bodegas de whisky y vino, acciones inusuales e inversiones en startups. Aprendí mucho de ellos. Y también aprendí mucho estudiando finanzas y trabajando en ellas.
Al principio, no entendía mucho, no te voy a engañar. Pero, con el tiempo, comprendí que invertir en Bolsa (y en cualquier cosa) es, en esencia, encontrar un buen balance entre calidad y precio. Entre corto y largo plazo. Puedes comprar algo muy barato, aunque no sea tan bueno, o algo excelente, que será más caro.
Así es la Bolsa, y así es el mundo.
Y en este mundo, yo entendía (y entiendo) el dinero como un medio. Un medio que te puede ayudar a alcanzar sueños.
No conozco a nadie que busque dinero por dinero. Sino dinero para algo. Normalmente para estar más cerca de sus sueños. Tú no eres diferente.
Tu sueño puede ser estar tirado en una hamaca todo el jod*** día. Pagarle la hipoteca a tus padres. Tener cinco novias y cinco novios. O comprarte diez Ferraris y unos cuantos barcos. Retirarte joven. Comprar una casa en la playa. Vivir a tope.
Bien.
Yo no tengo ni put* idea de cuáles son tus sueños. Pero joder… sé que tienes sueños.
Yo tengo mis sueños, y por eso quiero más dinero. Por eso me metí en esto. Por eso, y porque amo el camino y compartirlo. Porque esto es la vida.
Piensa en cómo estarás dentro de 30 años.
Y si ese yo tuyo de 30 más puede mirar a la cara del de hoy y decirle “lo hiciste de coj****. Si no es así, replanteate todo.
Mi camino empezó hace tiempo. Y ha sido enriquecedor. Creo que esa mirada de vuelta iría bien.
Me he divertido. He compartido. He vivido. Y he ganado más de 6 cifras con la inversión en estos años. ¿Alguien da más?
Y para seguir en ese camino, te quiero ayudar a que gestiones bien tu pasta. Porque gestionarla es amarte a ti mismo y amar tus sueños. Y porque como haces una cosa… haces todas. O eso decía Marco Aurelio.
El Ahorro
Cada año, mi objetivo es ahorrar entre el 50 y el 65% de mis ingresos.
Cuando vivía con mis padres ahorraba el 85% y eso que mi sueldo casi ni se le podía llamar sueldo.
O te disciplinas.
O te va a disciplinar la vida obligandote a ser esclavo de otro toda tu p*** vida.
Disciplinate en crecer.
En ser curioso.
Y en intentarlo.
Antes o después llegará.
El Patrimonio
Gestiono mi patrimonio como gestionaría el de una gran fortuna.
Tengo una colección de activos, cada uno con su función específica. Vamos a verlo:
Empecemos por arriba.
Fondos de inversión: 3 fondos - uno que sigue un índice y dos de autor.
Venture capital: Mi cartera de startups (compañías recién creadas que o triunfan o mueren)
Crypto y otros: criptomonedas e inversiones random (solicitud licencia VTC)
Crowdlending y otros: préstamos a terceros e inversiones “crowdfunding” de renovables, whisky, vino e inmobiliario
Efectivo: no necesita presentación
Real Estate: mi casa
Acciones: portfolio de 15 acciones seleccionadas por el autor. Ya hemos comentado unas cuantas.
¿Sencillo, no? Por supuesto, esto es porque he ido construyendo un patrimonio.
Tú no necesitas invertir en 30 cosas. Probablemente necesites dos o tres y hacerlas bien.
Y mucha disciplina.
Para hacer crecer tus ingresos constantemente.
Y para saber ahorrarlo
El por qué sigo en esto
No tengo una meta establecida porque me encanta invertir.
Debo de ser de los pocos que le interesa leer informes de compañías random.
No necesito competir con fondos.
Porque compito conmigo mismo y con mi exigencia. Por eso también me metí en esto y por eso sigo en ello. ¿O es que acaso la vida no es crecimiento?
Mírate al espejo y piensa en tus sueños.
Y en qué coj**** estás haciendo para cumplirlos.
Mi filosofía es sencilla: trabajo duro, disciplina, ahorro e inteligencia para invertir.
Piensa en cómo estarás dentro de 30 años.
Y si ese yo tuyo de 30 más puede mirar a la cara del de hoy y decirle “lo hiciste de coj****. Eso es lo importante, valiente.